USOS RITUALES
Hoy en día sigue vigente la idea de que tras el sake hay algo sagrado.
Durante las ceremonias y rituales religiosos se bebe sake y también se utiliza como ofrenda, se le echa a la gente para divertirse, y se rocía el suelo con él. El objetivo es celebrar, orar, purificar o aplacar al dios.
Cuando se firma un contrato importante de negocios, o cuando se hacen promesas, se bebe en copas especiales: un ejemplo es el intercambio “san-san-ku-do” (tres, tres, nueve veces) entre el novio y la novia en la boda. Este ritual se realiza para sellar su unión junto a los dioses. Tienen que beber tres sake diferentes y en tres sorbos por cada vez ya que en Asia los números impares son considerados de la fortuna, y el número tres simboliza el cielo, la tierra y el ser humano.
El cambio de las estaciones, al ser de vital importancia para un antiguo Japón predominantemente agrícola, también es celebrado con sake. En primavera el florecimiento de los cerezos invita a la gente a festejarlo bajo sus ramas, se celebran fiestas para ver la luna en otoño y la nieve en invierno.
Una de las ceremonias más famosas y extendidas es la ceremonia de apertura de barril “Kagami-biraki” traducido literalmente a “Abrir el cristal”. Como ofrenda a los dioses, se destapan barriles de sake rompiendo sus tapas y se bebe el sake en vasos de madera llamados “masu”. Tradicionalmente se celebra el 11 de Enero como bienvenida al Año Nuevo, pero hoy en día esta ceremonia está muy extendida y se realiza en eventos para desear buena fortuna, como en eventos deportivos o inauguraciones de empresas.
Como puede verse, para los japoneses el sake es mucho más que una bebida alcohólica: forma parte integral de su cultura y costumbres.
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